Pi-pi-pi-piiiiiiiiiiiiiiiiiiii.... a las 6.30 a.m. sonaba el despertador. El domingo, nuestro equipo B haría el “Otro barranco de la zona”, mientras que Móni y yo habíamos quedado con Cándido (Kulkula) y Julio.
Tras despedirnos de Pepa salíamos de Mogón sobre las 7 de la mañana. Yo a esas horas, a pesar de la ducha, hasta que no me tomo mi dosis de cafeína soy el miembro autista de la Familia Monster. Así que Móni, que me conoce muy bien, iba a mi lado sin decirme ni “mu”, rezando para encontrar un bar y que el piloto resurgiese de entre los muertos.
Como dos relojes suizos, a las 10 en punto llegábamos al camping de Tus, donde nos esperaban Kulkula y Julio para hacer el Vía Crucis ... digoooo... El Avellano (barranco que parte se encuentra en la provincia de Albacete y parte en la de Jaén). Nuestros Yeclanos lo están equipando e iban a terminarlo (y con lo que casi terminan es con nosotras...).
Mientras almorzábamos nos contaban el planning: para la combinación de coches (obligada si no quieres convertirte en una agujeta andante) se necesitan todoterrenos, pero en éste caso sólo teníamos el de Julio y mi sufrido Turismo, así que el plan era dejar mi coche donde pudiese llegar y a partir de ahí ir en el de Julio, dejándolo a medio camino, con el fin de que el pateo para recogerlo no fuese matador. Y esque... ¡¡¡¡menudo caminito!!!!, hasta al 4x4 le costaba pasar por algunas zonas. Eso sí, el paisaje es una auténtica preciosidad.
Desde el fraccionamiento vi como bajaba Móni... uffff... que pasada!!!.
El barranco había acabado y ahora sí que empezaba de verdad nuestro Domingo de Pasión: cuerdas de tropecientos metros mojadas, neopreno mojado, arnés y hierros... ¡to pa la saca!.... y empezamos a andar, y a andar, y a andar, y a andar... casi dos horas después SEGUÍAMOS ANDANDO.... sólo nos faltaba flagelarnos con las vagas de anclaje y que alguien nos cantase una Saeta.
... eso sí, el entorno precioso, siguiendo el curso del río Tus, que cruzamos unas 200 veces cambiando de margen para seguir las sendas que aparecían y desaparecían.
Cuando ya avanzábamos por inercia apareció el último rapel del barranco de Las Marinas, que está a unos 10 minutos del coche. Cuando llegamos al parking todos nuestros pecados habían sido redimidos (los de ésta vida y los de la siguiente).
"San Rapel"
A pesar de lo duro, me resultó muy ameno, ya que la compañía era un lujo, no dejamos de charlar, y el paisaje realmente precioso.
Cuando llegamos al coche empezamos a pegar botes de alegría.... menudo cuadro!!!
Caminito de los penitentes
2 horas después llegábamos al parking, donde nos esperaban Móni y Kulkula con todo recogido. Salimos cortando pues ya eran las 8 y teníamos tres horas y media hasta Yecla y Alicante.
En Elche de la Sierra tomamos un café y nos despedimos de nuestros compañeros.
Llegamos pasadas las 11 a Alicante y Móni decidió seguir hasta casa, así que se metió otro café pal cuerpo en mi casa y para Valencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario